Han pasado 35 años desde que el rey del rock & roll, Elvis Presley, falleció dejando un vacío irremplazable en la música mundial. Sin embargo, la historia y un legado de más de 20 álbumes discográficos lo mantiene vivo y extrañado por sus, no pocos, fieles seguidores.
Ser un ícono es representar y sustituir un concepto general para personificar su significado, convertirse en él; eso es lo que logró el Rey a través de su música y estilo. Su baile enérgico y la sensualidad de su voz conquistó y unió al público dejando de lado las diferencias sociales o de raza.
Presley fue uno de los creadores del rockabilly, y al mismo tiempo se dedicó a fusionar con la música country y el rhythm and blues. Su primer sencillo, una vez que inició su alianza junto a Tom Parker fue Heartbreak Hotel en 1956, desde allí vendrían éxitos que no han parado de ser coreados, como: Love me tender, Trouble, Loving you y Jailhouse rock.
Aunque el escándalo y la controversia se robaron parte de la atención durante su carrera e incluso hasta el momento de su muerte, un ícono es imborrable e insustituíble, y sobretodo soporta los baches de una vida agridulce.
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