domingo, 5 de agosto de 2012

El dolor ante la perdida de un embarazo


La pérdida de un embarazo o el fallecimiento de un recién nacido son eventos dolorosos que ninguna pareja quisiera afrontar.

Quien tiene una amiga o familiar que ha vivido la pérdida de un embarazo  ha pasado por el dilema de no saber cómo ayudar. La primera recomendación de los expertos es no minimizar el dolor que produce esa pérdida. "Un aborto espontáneo, aun en los primeros meses del embarazo, es capaz de afectar mucho a una pareja. Hay que permitir que esa mujer y ese hombre expresen su dolor. El problema es que muchas veces ocurre lo que llamamos `la conspiración del silencio’: los familiares y amigos tratan de ignorar esa pérdida como si no hubiera pasado nada, pero eso sólo logra que la pareja se sienta peor. 

No es necesario decirles algo en concreto. "Hay frases que aunque tengan buena intención suenan muy banales para quien lo está sufriendo y que no son recomendables decir, como eso de `tranquila, puedes tener otro’, o `ahora está en un lugar mejor ".

"Lo más útil es estar dispuesto a ser un hombro para llorar. A veces sólo escuchando es mucho lo que se ayuda", explica la psicóloga Dalia Ojeda. "Mucha gente no entiende por qué una mujer puede sentirse tan triste tras muy poco tiempo de embarazo, pero hay hormonas involucradas e incluso en muy corto tiempo los dos se formaron expectativas de a quién se iba a parecer ese hijo, cómo se iba a llamar, cuándo iba a nacer. Si la pérdida ocurrió en una etapa más avanzada, pues más todavía, sobre todo cuando es un bebé muy deseado o muy buscado con tratamientos de fertilidad ". 

Los hombres son los grandes ignorados. Ojeda señala que muchos reprimen su propia tristeza y tratan de ser fuertes para la mujer. "Se les ha enseñado que no es correcto expresar sus emociones, pero ellos también sufren. Lo duro es que muchas mujeres intentan echarles la culpa o enfilan su frustración hacia ellos, pero eso no resuelve nada".


Despedirse ayuda. 


Expertos en el trato de este tipo de eventos señalan que cuando se pierde un embarazo en etapas tempranas y no hay un cuerpo para enterrar, es recomendable que la pareja pueda hacer de todos modos un ritual de duelo para cerrar esa experiencia. 

"Si se trata de un bebé que vivió muy pocas horas o días, es importante que sus padres lo vean y puedan tocarlo, hablarle, despedirse y hacerle su entierro. Hay gente que les aconseja a los padres que ni vean al niño, pero eso a largo plazo sólo les genera arrepentimiento ",  "Aunque sea un momento muy duro, esa oportunidad de despedirse y dejarlo ir a la larga resulta muy sanador. Cuando los duelos no se elaboran bien, todos esos temores y tristezas pueden reactivarse con mucha fuerza en siguientes embarazos".

Ante una nueva gestación, es natural sentir cierta ansiedad. "Uno recomienda trabajarla con ayuda terapéutica. Hay que darle gracias a la vida por esa nueva oportunidad y tratar de vivir ese embarazo en paz y con plena conciencia de que este es otro ciclo y otro bebé ".

Dalia Ojeda/ Isabel Polito

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