Los Juegos Olímpicos dejan muchas imágenes para el recuerdo, pero pocas tan emotivas como la que protagonizó la ciclista estadounidense Kristin Armstrong con su hijo en la ceremonia de entrega de las medallas.
La veterana Kristin Armstrong, quien reeditó en Londres 2012 el oro en la prueba de contrarreloj logrado hace cuatro años en Pekín, quiso compartir con su hijo su nuevo éxito olímpico. Y es que Kristin, de 37 años, decidió regresar a la alta competición con el objetivo de revalidar la victoria lograda en Pekín tras anunciar su retirada en 2009, después del nacimiento precisamente de su hijo.
En el podio, la madre no pudo reprimir las lágrimas al verse con su pequeño. Él por su parte, estaba más pendiente de su nuevo 'juguete', la medalla, y posteriormente de la caja en la que guardar la misma.
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