Londres 2012 mas allá de los juegos olímpicos, es la expresión de que el ser humano puede convivir sin odios, sin armas, sin eliminarse de la faz de la tierra. Vemos como coexisten diferentes razas, culturas, religiones, costumbres, idiomas, ideologías, indumentarias. Hombres y mujeres que se olvidan de los males del mundo para entregarse en cuerpo y alma a una competición alegre y sana.
El espíritu competitivo esta presente, de hecho es la motivación de las olimpiadas sin embargo esta limpio de odios, de querer exterminar al otro. Al contrario ganarle al mejor deportista es un elemento de motivación al logro fundamental para los miles de jóvenes que se dan cita cada cuatro años en los juegos olímpicos. Compartir podio con tu ídolo suele ser el clímax de todo atleta olímpico.
Y es que la unión no se da solo a nivel de atletas, no señor, la vemos en la gran cantidad de personas que se mueven para hacer que estas jornadas sean exitosas desde personal contratado hasta voluntarios pasando por los habitantes de la ciudad honrada con la celebración. Y, que decir de las gentes que se movilizan para ver los juegos in situ, también forman parte de esa unión mundial, se diluyen las fronteras, caminan por las mismas calles hombres y mujeres que quizás en su propio país están enfrentados por creencias religiosas o política de manera que los 7 mil millones de personas que pueblan el mundo , se ven representadas en cada contienda olímpica.
Pero eso no queda ahí, este siglo XXI lleno de avances en tecnología facilita el acercamiento ya no solo a través de la radio y la televisión medios por excelencia de información masiva, sino a través del concurso de variados aparatos electrónicos como son los ordenadores, móviles, etc que enriquecidos con las ya muy conocidas redes sociales hacen que la información viaje a la velocidad de la luz y se rompan igualmente fronteras.
Sin quizás caer muy en cuenta de ello, nos conectamos con gentes de diversos países en busca de información, opinión, compañía, amistad, llevamos a la practica ese instinto gregario innato en el ser humano dejando a un lado cualquier tipo de barrera que la sociedad haya generado.
Entre las muchas leyendas que existen sobre el origen de los juegos olímpicos encontramos una que asocia los primeros juegos a un periodo de tregua o paz olímpica, sea cierta o no la leyenda, a 16 siglos del desarrollo de las primeras olimpiadas podemos decir con toda propiedad que los juegos olímpicos ponen una pausa a los enfrentamientos y disonancias del mundo dejando claro que el ser humano en su mas pura expresión necesita y anhela vivir en armonía con quienes les rodea.
Dispongámonos a disfrutar los últimos seis días de juegos con la certeza de que el mundo seguirá haciendo una pausa en sus diferencias cada cuatro años para dejarnos ver lo mejor del ser humano.
La Redacción.
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